martes, 16 de marzo de 2021

Cómo ha cambiado el cuento.


—¡Hola niña! ¡Qué capa roja más bonita! ¿Dónde vas con esa cesta?
—Perdone, pero no es asunto suyo.
—Disculpa si te he molestado, no era mi intención.
—Mi madre me ha dicho que no hable con desconocidos…
—¡Vale! Eso tiene solución. Me presento. Soy el Lobo Feroz, encantado de conocerte.
»¡Espera! ¡No pongas esa cara! Es sólo un apodo de mis años en la universidad para lobos. En realidad soy manso como un cordero.
—Pues no sé yo si creerle. Tengo mucha prisa.
—¿Y dónde vas con tanta prisa?
—Ya le he dicho que no es asunto suyo…
—Sólo trato de ser cortés, de ofrecerte ayuda. El bosque es muy denso y es fácil perderse.
—No se preocupe, tengo GPS en el móvil.
—¡Vaya! Los jóvenes de hoy en día salís bastante preparados. ¿Es ese aparato que acabas de sacar de la cesta?
—No. Esto es un táser.
—¿Y para qué sirve?
—Me lo ha dejado mi madre por si encuentro problemas.
—¡Qué suerte! Menos mal que no has encontrado problemas, ¿verdad?
—No sé yo.
—Tranquila, no tienes que temer nada de mí.
—Lo sé. Pero si se acerca más, tal vez usted si tenga que temer algo de mí.

3 comentarios:

  1. Este relato pretende contar la historia utilizando sólo el diálogo directo. Ambiente, reacciones... usando únicamente las voces de los personajes. ¿Qué os parece? ¿Echáis algo en falta? Espero que os guste.

    ResponderEliminar
  2. Está bien, lo único que me parece incompleto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu comentario!Intentaba escribir un relato escueto, aunque no hay limitación de palabras. ¿Qué habrías incluido para completarlo? Un saludo.

      Eliminar

Tu opinión es muy valiosa para un escritor novel, gracias por compartirla.